New York me pareció una ciudad fascinante. Será todo un desafío encontrar las palabras precisas para poder describirles lo que sentí y aluciné en la maravillosa Isla de Manhattan. Si me preguntan, es un destino turístico que si tienen la oportunidad de conocer, no lo deben dejar pasar. Personalmente, volvería todas las veces que la vida me lo permitiera y se los recomiendo absolutamente.
En cualquier estación del año podrán disfrutar de la magia que caracteriza a esta extraordinaria ciudad. Solo debes planear tu viaje en función de tu estación del año favorita y estar consciente de que las temperaturas serán más intensas de lo que acostumbramos en Chile.
Hasta el momento, junto con Chicago, New York se ha convertido en una de mis ciudades favoritas ¡Ambas me encantan! Pero a diferencia de Chicago, que considero una ciudad increíble para vivir -perfecta si no fuese por el frío viento y crudo invierno-, en New York el entretenimiento, el cine, el arte, la cultura y por sobretodo la moda, se viven a más no poder. En relación a este último, es increíble como todo NY evoca aires de estilo, sofisticación y glamour. En su gente, en las vitrinas, en las tiendas y hasta en el aire ¡En todo NY se respira moda!
Aunque debo ponerme al día con las publicaciones de los últimos viajes, quiero compartir con ustedes mi experiencia en New York primero, para posteriormente hacerlo con Chicago -que la tengo súper pendiente desde el año pasado- y así luego contarles sobre Philadelphia, Washington DC y Baltimore.
Comenzamos nuestro viaje tomando el ferry desde Staten Island hacia Manhattan, para alucinar con la maravillosa vista de la Estatua de la Libertad y el downtown. Una vez con pies en tierra firma, tomamos un “Bus Tour” con la finalidad de recorrer fácilmente el downtown y así bajarnos las veces que quisiéramos, disfrutar, tomarnos fotos y también hacer uso de él como medio de transporte (ya que puedes descender en la parada que desees, tomarte tu tiempo y luego subir al siguiente Bus Tour. Los buses están haciendo el recorrido hasta aproximadamente las 18.00 hrs. -varía según la temporada-, y se llevan unos 10-15 min. de distancia entre cada uno).
Nuestra primera parada fue para conocer el World Trade Center y el Memorial de las Torres Gemelas. Haciendo uso de parte del terreno en donde estaban construidas las Torres Gemelas, y con 541 metros de altura, el One World Trade Center es el edificio más alto del continente americano y goza de una arquitectura absolutamente imponente a la vista de cualquiera.
A su costado, está ubicado el 9/11 Memorial Plaza, que consiste en dos grandes piscinas, cada una con cascadas de agua en su interior, y cuyos bordes constan de grandes paneles de bronce en los cuales están inscritos los nombres de las casi 3.000 personas -entre ellos víctimas y personal de rescate- que perdieron la vida en el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 y del World Trade Center en 1993. Ubicadas exactamente en donde estuvo cada una de las Torres Gemelas, este homenaje es considerado “un tributo al pasado y un lugar de esperanza para el futuro”, y está rodeado por más de 400 árboles, lo cual la convierte en una de las plazas construidas más ecológicamente amigables. Personalmente, siento que el ambiente que envuelve a este Memorial es poderoso y debes vivirlo para entender a lo que me refiero. Quizás su diseño y la caída del agua es lo que lo hace sentir así, pero no debemos olvidar que es el lugar exacto en donde muchas personas perdieron la vida.
Durante esta visita nos tocó presenciar una situación particular que me hizo reflexionar acerca de lo turístico en lo que se ha convertido un hecho tan frívolo. Un hombre gritaba desconsolado pidiendo respeto para que todos los que estábamos presentes dejáramos de tomar fotos y de, en sus palabras, “hacer parecer el Memorial como un circo”, sollozando con impotencia y casi a llantos porque su hermana había fallecido en ese lugar. Se me puso la piel de gallina y pude empatizar con el dolor de las familias de cada una de las víctimas ¿Lo habían pensado así alguna vez? Sentí un quiebre al darme cuenta que seguramente para muchos de ellos ese lugar es su cementerio, en donde van a buscar regocijo para reencontrarse con sus seres queridos, rodeados de turistas que se maravillan con la belleza del lugar, que lamentablemente guarda ese oscuro dolor.
Posteriormente, fuimos a almorzar y tomamos el metro para dirigirnos hacia Central Park. Como este viaje a New York fue express (por la cercanía a la cual nos encontrábamos -había que aprovechar- y por planes de una visita a futuro), puedo decir que sólo estuvimos en un 5% de lo que realmente comprende a todo el parque, pero la misión era conocer parte de éste. El Central Park es el pulmón verde de Manhattan. Con su forma de rectángulo de 4.000 por 800 metros aproximados, es el parque más visitado de EE.UU y recibe unos 25 millones de personas durante todo el año, entre turistas y ciudadanos que buscan encontrar en él una vía de escape dentro de la gran ciudad.
Es un lugar perfecto para conectarse con la naturaleza, ya que no sólo cuenta con senderos para caminar o practicar deportes, sino que también está colmado de las características ardillitas norteamericanas y hermosos parajes con lagunas, puentes, fuentes, y esculturas que lo han convertido en el lugar perfecto para grabar algunas escenas de películas. El Central Park es un lugar maravilloso y el hecho de estar inserto entre medio de tantos edificios, automóviles y el caótico ruido de la ciudad, lo convierten en un tesoro aún más digno de valorar.
Saliendo de Central Park nos fuimos caminando con el fin de recorrer Fifth Avenue, o la “Quinta Avenida” en español. Como su nombre lo indica, es una de las ‘avenidas’ más importantes y lujosas de Manhattan, la cual cruza New York de norte a sur, para convertirse, entre las calles 34 y 59, en uno de los lugares de compras más espectacular para las amantes de la moda. Fifth Avenue es uno de los lugares de New York que concentra mayor actividad comercial, reuniendo un sinfín de exclusivas marcas de lujo, motivo por el cual ha sido catalogada popularmente como “una de las calles más caras del mundo”. El lujo de esta avenida no sólo se da por el renombre de las tiendas que la conforman, sino también por el glamour, la elegancia de sus vitrinas y la decoración interior de cada tienda. En mi visita, para mi sorpresa, me encontré con la exhibición de dos fabulosos “Fantasy Bra” de Victoria’s Secrets ¡maravillosos!
Algunas de las prestigiosas tiendas que forman parte de este exclusivo distrito de la moda en 5th Avenue son: Tiffani & Co, Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo, Gucci, Versace, Armani, Cartier, entre muchas otras. No dudes que en ellas encontrarás los últimos lanzamientos y colecciones ¿acerca de los precios? ¡Mejor preguntarlo si estarás segura que podrás pagarlo!
En nuestro camino por 5th Avenue nos encontramos con la maravillosa Saint Patrick’s Cathedral, una imponente Catedral de estilo neogótico que fue construida durante mediados del siglo XIX para rendir culto a la religión católica. Aunque rodeada de enormes rascacielos que intentan minimizar visualmente su grandeza, St. Patrick’s Cathedral abarca toda la manzana entre las calles 50 y 51, y entre Madison y 5th Avenue, ubicándose justo al frente de la escultura de “Atlas” del Rockefeller Center.
Esta maravillosa Catedral puede albergar a 3.000 personas, está construida en ladrillo revestido de mármol blanco y cada una de las agujas de sus torres miden más de 100 metros de alto. Su interior es alucinante; el altar, los vitrales, las obras de artes, las columnas y las estaciones del Vía Crucis son todas un trabajo admirable de diferentes artistas. Simplemente una Catedral que parece sacada de cuento.
Continuamos nuestro recorrido hasta que llegamos al objetivo final: Times Square. Una intersección ubicada en la esquina de Broadway y Seventh Avenue que es sin duda un ícono y símbolo de reconocimiento mundial con el cual identificamos a la ciudad de New York.
Caracterizada por una infinidad de pantallas brillantes con publicidad en movimiento, Times Square atrae cada día a una innumerable cantidad de turistas que buscan fotografiarse rodeados de anuncios que no paran nunca y artistas callejeros que asombran y descolocan con sus shows o vestimentas. Algunos de los más famosos son The Naked Cowboy –o “vaquero desnudo”- y las Americanas desnudas, quienes hacen honor a sus nombres y lucen sus cuerpos con un mínimo atuendo -a veces las mujeres sólo llevan sus cuerpos pintados- y que buscan conseguir la propina de quienes desean sacarse una foto con ellos. Si andas de suerte también podrás encontrarte con personajes como Bob Esponja, Superman, Spiderman, entre otros.
Times Square es una cuadra que encandila. Rodeada de luces, bares, restaurantes, bullicio, alboroto, taxis, turistas y tiendas, es un desenfreno total que bajo mi primera impresión podría describir como absolutamente deslumbrante. Llegar de imprevisto, caminando por una calle sencilla y encontrarme de frentón con una cantidad de luces en movimiento… ¡Wow! ¡Simplemente fantástico! ¡No podía terminar mejor!
Por último, finalizamos nuestro recorrido tomando el ferry hacia Staten Island. Nos ubicamos en la popa -o parte trasera del ferry- y de a poco comenzamos a alejarnos de Manhattan para empezar a vislumbrar unas de las vistas más maravillosas que he podido contemplar en mi vida. Parecía un sueño. Podíamos apreciar todo el downtown y la Estatua de la Libertad que deslumbraba por sí sola en medio del agua. El paisaje era fascinante y los rascacielos lucían aún más grandes. Nuestro día finalizaba, y mientras el ferry avanzaba no podía dejar de sentirme afortunada y dar gracias por todo lo vivido. Observaba a mi alrededor la hermosa panorámica y abrazaba a mi pareja mirándolo casi como en un final de película, emocionada y con el pecho apretado a la vez que hacía el recorrido en mi mente de todo lo que había sido nuestro día en New York.
Próximamente, en una nueva publicación, les daré a conocer los lugares que no se pueden perder y que deben estar en su lista de sitios por visitar si llegan a poner un pie en New York, ya que de esa forma no se mezclan los contenidos ni tampoco queda una publicación aún más extensa.
Pronto se vienen las bitácoras de los viajes pendientes: Chicago, Philadelphia, Washington DC y Baltimore ¿Quieres seguir mis viajes y estar atenta a las nuevas tendencias? Puedes ver mi día a día en Snapchat, en donde me encuentras como @sobretacos, y seguirme en redes sociales en Instagram, Facebook, Twitter o Pinterest @sobretacos ¡Nos leemos ahí!
